Para la semana pasada no tenía nada pensado en concreto, y como ahora en verano pasamos la mayor parte del día en la calle, pues decidí que quería dejar la cámara a papá, y que él nos hiciera las fotos que quisiera sin pensar en composición, posados y demás. Se le había olvidado que a él también le encanta hacer fotos, y en cuanto cogió la cámara disparó unas cuantas veces con muy buen resultado, al menos a mi me encantan todas las que nos hizo...
Lo primero que hay que hacer en cuanto llegamos al "merendero", que es como llamamos a la finca de la familia de Óscar es ir a los columpios; y aunque ella llega todo entusiasmada enseguida se quiere bajar a explorar todo lo que tiene alrededor.
Que si a ver los patos y gallinas de la finca de al lado...
O coger flores pequeñitas y olerlas con mamá...
Eso sí, mamá acaba con ganas de coger la cámara y también hace alguna foto del momento "vamos a soplar el peluso" con papá :)
Pero su soplido llegó tarde y papá se le adelantó, jijiji.
En fin. Tardes de un verano que ya va llegando a su fin y de las que ya quedan pocas. No me apetece nada que empiece a hacer frío y los días vayan siendo cada vez más cortos, aissss, largo invierno nos espera...