El domingo pasado aprovechando que había una bonita luz y ya se empezaban a ver un montón de hojas por el suelo me fui con la peque a un camino que tenemos muy cerca y donde voy bastante a menudo a hacer fotos... Mi madre me avisó de que el dueño del terreno que está junto al camino había puesto un cartel que prohibía el paso a dicho camino (por lo visto, éste forma parte del terreno). No me lo creía, así que tuve que ir a verlo yo misma... Efectivamente me encontré con el cartel y un carro atravesado en la entrada del camino que me cerraba las puertas a cuantas fotos pudiera hacer allí, para siempre...
Me con el recuerdo de las que ya he hecho, que no son pocas, y a partir de ahora buscaré otros sitios donde ir de vez en cuando a hacer click. Afortunadamente vivo en un pueblo donde a cada paso puedes encontrar rincones con magia donde hacer fotos sin preocupación.
Esta foto la hice justo a la entrada del camino delante del cartel y enseguida nos fuimos justo a unos metros para completar la mini sesión otoñal.