No es cierto que una foto sea buena porque tienes la mejor cámara o eres el mejor fotógrafo... Cuando haces fotos a personas el resultado depende mucho también de la conexión que haya entre el modelo y la cámara, y creo que esto es aún más importante en el caso de los niños, esos pequeños modelos que te dan los mejores resultados cuando son ellos mismos, sin posados artificiales o sonrisas forzadas. Además, lo bonito del resultado final es haber captado su esencia y que la foto refleje al niño o la niña tal y como son. Izan y Jimena son dos hermanos que me mostraron su esencia y la magia de la infancia en todo su ser, y yo lo único que hice fue disparar...
Una de mis favoritas de la sesión, lanzando el sombrero y la camisa al aire. Al principio iba a cortar las manos de la mamá, pero finalmente me pareció un detalle bonito.
Un placer, familia|