Día 1. Barcelona

Pues como veo que el tiempo se echa encima, y al final cuando quiera subir las fotos de las vacaciones va a ser Navidad, y a nadie le va a apetecerme en tirantes... pues empiezo hoy mismo a resumir lo que ha sido nuestra luna de miel: un crucero de 12 días por el Mediterráneo, más otros 7 en Barcelona antes y después del viaje (concretamente en Terrassa, en casa de Sonia, a la que ya no hace falta presentar). 

El mismo lunes después de a boda, cuando ya se había marchado todo el mundo (toda mi familia vive fuera), cogí las últimas cosas, cerramos las cremalleras de las maletas, y pusimos rumbo a Barcelona para empezar nuestras ansiadas vacaciones después de un mes de julio de vértigo preparando todo al detalle para que la boda saliera como queríamos (y así, fue, aunque eso os lo contaré más adelante).

 Bueno, en realidad llevaba preparando el evento + viaje bastante tiempo, el último mes fue para ultimar los detalles que no podía hacer antes, pero estuvimos mirando viajes desde muy pronto...

 A mi siempre me ha hecho ilusión ir de luna de miel a Nueva York; o uno de esos circuitos que te llevan por varias ciudades de las más conocidas de EE.UU; y Óscar era más partidario de algo totalmente distinto: un safari en África. Ambas cosas están genial, y ambos lo reconocíamos, pero como no nos poníamos de acuerdo ni ninguno de los dos cedía, al final optamos por la opción crucero, que nos gustaba a los dos, y que además era la mejor opción de las 3 para llevar a la peque. 

¡¡Qué sí, qué sí!! que me llevo a la niña de luna de miel (me he hartado de repetir esta frase a toooooooodo el mundo que me preguntaba. Acaso tú no vas a disfrutar de un viaje único, inolvidable e irrepetible? Pues tu hijo tiene el mismo derecho, vamos, así pienso yo... 

Así que ahí nos pusimos a mirar cruceros que entraran dentro de nuestras condiciones: salida a primeros de agosto, más de 7 días que sino se hace muy corto y a poder ser, por el Mediterráneo que no conocemos, puesto que en el 2008 ya habíamos hecho otro crucero por allí, y yo en concreto, prefería conocer sitios nuevos.

Para la gente que desconoce este método de viajar, diré que es un sistema  muy cómodo, porque es una forma de conocer diferentes lugares sin tener que deshacer continuamente las maletas, cosa que nos daba bastante pereza llevando a la niña y a tooooodo lo que llevamos con ella. Es cierto que no estás 2 ó 3 días en cada país, pero para conocer la cultura y los monumentos más importantes de los sitios que se visitan es perfecto. Y luego ya es como te organices tú con el tema excursiones, salidas, etc. pero eso no os lo cuento que es más aburrido. 

En cuanto vimos este crucero no nos lo pensamos dos veces. Mykonos!! Fue lo primero que me gustó en cuanto vi el itinerario. 

Mira, y solo repetimos Roma, y Nápoles; pero a esos no me importa volver, me gustaron mucho.

¡Dura 12 días y sale el 2 de agosto! Ya está, adjudicado!! 

El día llegó... y como teníamos tantas ganas de desconectar, nos fuimos a Barcelona el mismo lunes 31 para disfrutar unos días antes y no andar con prisas el día del embarque.

El viaje comenzó con tranquilidad, y unos pasajeros un poco aburridos...

Pero en cuanto estuvimos allí, y nos aclimatamos a la humedad (A Michelle le costó un poco más, pobre, la de agua que bebió...) nos fuimos a dar una vuelta por Barcelona, que aunque ya lo conocíamos, siempre nos gusta volver donde ya hemos estado.

Me encantan esos carritos-bici que hay por toda la zona del puerto y que te llevan de paseo a modo "taxi". Son super afotables.

Mare magnum, la Rambla, los puestos del puerto... todo es especial en Barcelona.

¡Y los mimos! Me resultó curioso ver como después de la selección que ha hecho el ayuntamiento de Bcn para que no haya tantos mimos en la rambla, permanezca la única con la que me hice una foto en 2009 cuando estuve la otra vez. Sigue igual, por cierto.

Había una parada obligatoria en un sitio especial: El Pan's & Company del Mare Magnum. ¡Vaya sitio! por qué? Pues porque allí fue donde hace 4 años conocí en persona (bueno, la conocí en el puerto, pero fuimos allí a comer en la hora que nos dejaron) a la que ahora es mi mejor amiga: Sonia. Muchos ya la conocéis, pero siempre viene bien hacerse una foto re-make para ver si hemos cambiado en algo...




Otro sitio al que no quería dejar de volver era al mercado de la Boquería, a beberme uno de los deliciosos batidos de fruta naturales que venden en sus infinitos puestos.

Podéis creer que no recuerdo el sabor? Ö. Me suena a coco y mango... pero no me acuerdo!!!

También venden fruta en botes pequeños, igual que rica y refrescante. 

Y para finalizar el día una visita al castillo de Montjuic cuando ya se estaba metiendo el sol con una luz deliciosa ♥

Me encantan esas siluetas chiquititas a lo lejos contemplando el atardecer

Y viendo al sol colárse por entre los cables del teleférico...

En fin, unos días de relax y tranquilidad antes de coger el barco. Y sí, nuevamente puedo decir ese dicho popular de: 'qué bonito es Barcelona'.

Próximamente... estamos en ruta:  Barcelona destino Toulón.

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