Como ya imaginábamos y nos habían dicho en la agencia, por ser un viaje de luna de miel tendríamos una serie de obsequios durante todo el crucero, y allí estaba el primero de ellos; un regalo de bienvenida compuesto por un ramo de rosas precioso, una botella de champán y fresas con chocolate.
He de decir que la botella de champán estuvo tal y como la veis durante 3 ó 4 días, que ya nos la bebimos por vergüenza, y porque ya no nos cabían las cosas en la mesa donde estaba!! jiji. No nos gusta el champán...
Y después de dejar el plato reluciente :D y hacernos las primeras fotos en el balcón con Barcelona de fondo...
Nos acomodamos tranquilamente en el balcón a disfrutar de nuestro primer atardecer en alta mar.
Al día siguiente nos esperaba nuestro primer destino: Toulón, una ciudad totalmente desconocida para nosotros situada en plena provenza francesa. Y como el día anterior había sido un poco extraño entre embarques, paseos, y camas nuevas, a algunos les costó un poco levantarse por la mañana...
Y lo bien que durmió la tía en medio de nosotros en una cama de 2x2... ¡a pierna suelta!
Para este primer destino no habíamos cogido ninguna excursión, así que después de desayunar, bajamos a conocer un poco la ciudad por nuestra cuenta.
Nada ver el puerto supe enseguida que se trataba de una ciudad marinera con un mar de azul intenso como todas las pertenecientes a la costa de este mismo nombre, "la costa azul". Conocíamos Niza de nuestro crucero anterior, así que más o menos sabíamos lo que íbamos a ver: barcos.
Y efectivamente, creo que hice más fotos en el espacio que recorrimos del puerto que en todo lo que vimos de ciudad...
Una vez salimos de allí comenzamos a recorrer unas estrechas calles llenas de tiendas por donde iba todo el mundo (ya sabes aquello de... donde va Vicente...?). No habíamos buscado nada para ver allí porque al ser el primer día estábamos aun un poco desorientados, sobre todo la peque, y no queríamos coger más medios de transporte una vez en tierra, que ya nos esperaban unos cuantos los siguientes días...
Sin saber cómo y sin darnos cuenta llegamos al que parecía ser el mercado de calle de la ciudad, un entramado de puestos de fruta y verdura, especias y otros productos que cubrían la calle de un olor y colores muy especiales.
Habría comprado y me habría comido de todo solo con olerlo, pero el haber desayunado (muy bien además) media hora antes hacía que no tuviera demasiadas ganas de abrir la boca en ese momento... pero todo tenía una pinta deliciosa.
Cuando terminamos de ver el mercado volvimos a llegar al puerto, que era donde terminaba, y como ya se acercaba la hora de comer y la pequeña renacuaja empezaba a demandar comida, nos fuimos de vuelta al barco, y entre comer y dormir la siesta se nos llegó la hora de partir, donde volvimos a salir al balcón para ver como nos alejábamos de la ciudad.
Hasta la próxima, Toulón! Próxima parada... Livorno (con excursión a Pisa y Florencia)
*El dato curioso de esta ciudad: nada más bajar del barco fue donde nos dieron la primera "clavada" al pagar por una botella de agua pequeña nada más ni nada menos que 2 euros!! Olé los franceses!! Eso sí, las tterrazas del puerto eran de lo más cuqui ♥
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