martes, 16 de octubre de 2012

♥ Sí, quiero ♥

Ya casi han pasado 3 meses, y aun me parece estar corriendo de un lado para otro en la habitación buscando los zapatos, vistiendo a la niña, y sintiendo como mi estómago estuviera lleno de mariposillas según voy llegando al lugar...

Creo que no hubo rincón donde no publicara algo relacionado con mi boda, MI BODA!!, que se celebraría el 28 de julio. Todavía me parece estar mirando vestidos en la tienda, y ya han pasado casi 3 meses!!!  Ö

Una cosa que tenía clara era el tipo de fotos que quería, había estado meses inspirándome y cogiendo ideas de un montón de páginas y blogs, así que le propuse a mi mejor amiga, Sonia, que me hiciera las fotos. Al principio dudó, es un gran papel!! Pero yo confiaba en ella. Solo tendría que hacer las fotos, y yo después me encargaría del resto. Finalmente accedió (Yo sé que lo hizo por mi, así que GRACIAS infinitas, prin, nunca sabrás lo agradecida que estoy), así que os podéis imaginar la cantidad de fotos que pudimos hacer (cómo me iba a quedar yo sin coger la cámara el día más importante???). Como mi amiga vive en Barcelona, todas las fotos "previas a" las hice yo en días anteriores, y así me quite el gusanito de colaborar en mi propio álbum de boda haciendo alguna fotos, y no solo editándolas y montando el álbum. 

En fin, que debido a la gran cantidad de fotos que tengo, a continuación se avecina una avalancha de nada menos que 27 mosaicos... he tenido que hacerlo así para no saturar a blogger, jijiji. No aburro más, y os enseño las fotos, que son mucho más interesantes ;)

Érase un 28 de julio de 2012. A pesar de la gran tormenta que había caído la noche anterior, el día había amanecido caluroso y totalmente en calma. Todos dormían, todos excepto ella... que un poco intranquila deseaba verse ya enfundada en el vestido que tanto tiempo la llevaba esperando...

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Salió temprano a la peluquería, el sol empezaba a asomar por el horizonte, y después de pasar por unas cuantas sillas y unas cuantas manos, salió preparada y dispuesta a ser su mujer. Había llegado el día.

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Pero en casa no solo la esperaba su vestido, zapatos y demás adornos para ese día; allí también aguardaba nerviosa una pequeña princesita que ese día sería una protagonista más.
-Ven, que te pongo el vestido!- le decía intranquila a su pequeña. -Vamos a ponernos guapas y nos hacemos fotos en el espejo. Y ella ayudó encantada a su "yaya" a abrochar todos esos botones que tenía el vestido de mamá, -¡qué guapa!- dijo en cuanto la vio.

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No tanto como tu, mi princesa...

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Mientras, en otra casa no muy lejos de aquella, había un chico que también nervioso terminaba de arreglarse y ponerse guapo para ir en busca de sus damas. Ese día iba a ser muy especial.

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También quiso compartir su momento especial con su pequeñita...

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Todo estaba dispuesto. Él vestido, ella vestida, su princesita esperando. Había llegado el momento. -No olvides los anillos!- insistió el por la mañana cuando se separaron.

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Y después de un rato de espera, ambos partieron hacia el lugar elegido para darse el sí, quiero. Primero llegó él, acompañado de su pequeña, y juntos esperaron a mamá, que llegaría minutos después, en un coche reluciente y muy bonito que la llevó hasta los mismos pies de su futuro marido.
 Después de fundirse en un bonito beso, y recibir el aplauso de los asistentes, ambos entraron del brazo de sus padrinos, y guiados por una lluvia de pétalos que su hija de 2 años iba dejando en el camino.
Tras una breve, pero emotiva ceremonia donde amigos y familiares fueron partícipes, los novios se convirtieron por fin en marido y mujer, y miraban su anillo recién estrenado al unísono como si aun no se creyesen que después de 11 años juntos hubiera llegado el momento.

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Como si de la gran tormenta del día anterior se tratase, los recién casados soportaron estoicamente y entre risas la lluvia de arroz que les cayó a su salida, mitigada por el canto de ¡vivan los novios! que se oía por todo el pueblo.

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Y después de recibir las felicitaciones de los invitados, se escaparon un rato solos para hacerse esas fotos que tenían en mente y llevaban planeando muchos meses. Ampudia es un pueblo tan bonito... que no había calle o rincón donde no quisieran inmortalizarse.

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La gente se asomaba a la puerta, las mujeres aplaudían a su paso... estaban guapos y deslumbraban de felicidad.
El castillo no podía faltar en su álbum de boda, ella es una enamorada de estos edificios con tanta historia y batallas a sus espaldas. ♥

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Hubo fotos divertidas...

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Llenas de luz...

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Y llenas de amor

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Después de un buen rato paseando por el pueblo volvieron al restaurante para reunirse con los invitados que ansiosos esperaban de nuevos a los novios para seguir gritando y aplaudiendo en cada beso que se daban. Cada momento de ese día quedaría grabado en sus memorias para siempre.

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Y después de pasar un día felices acompañados de su gente, el sol se quiso despedir, y ellos no quisieron perderse el momento mágico del día donde la luz es la protagonista y juntos volvieron a escaparse para quedarse con esa luz.

Primero en su habitación la Suite del Abad, la llaman. Con unas vistas al castillo que invitaban a quedarse en la terraza viendo atardecer hasta que no hubiera un ápice de luz para contemplar semejante paisaje.

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Y después marcharon de nuevo para agotar los últimos rayos.


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Y para terminar el día, volvieron a reunirse de nuevo con sus invitados para disfrutar de una noche más relajada y llena de buena música, dulces, y chocolate, mucho chocolate...

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Fue un día maravilloso, lleno de emoción, alegría, risa, amistad, amor... y como suelen decir los cuentos de amor en su última página: fueron felices, y comieron perdices... aunque, un momento. Las perdices podían esperar un poco más... ¡ellos preferían la playa! Tenían que relajarse lejos de allí después de tanto preparativo y tanto ajetreo; así que, antes de embarcarse en un crucero por el Mediterráneo quisieron hacerse más fotos junto a su princesa, que ese día no quería saber nada de nadie, pues era aun pequeña para semejantes acontecimientos.

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Y entonces sí, fueron felices para siempre...




5 comentarios:

  1. Me encanta el reportaje Yessy qué guapo estabais los tres y más mérito tiene que fueras la fotógrafa de tu propia boda con un pinche jejejeje me alegro tanto por vosotros... y os deseo lo mejor :)

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  2. Vaya reportaje más bonito, madre mía. Y cuánto amor desprendéis, foto tras foto. Me encanta! Debió de ser una boda preciosa, y la peque está para comérsela... vaya princesita!!! Que seáis siempre así de felices como poco, Muchos besicos!

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  3. Sin palabras. eres especial. 444

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  4. IMPRESIONANTE ,no tengo palabras soi tu tita susi todo lo que haces lo conviertes en magico,no cambies nunca,eres lo mas bonito que cualquier persona puede tener a su lado.


    te kiero princesita.

    susana.

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  5. QUE GRANDE ERES YESSY MUY BUEN TRABAJO,NUNCA DEJARAS DE SORPRENDER!!!!UN BESO MUY GRANDE PARA LOS TRES





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